Fallecio declamador Roberto Mojica

Es doloroso anunciar el fallecimiento del declamador, historiador y actor Roberto Mojica. En estos momentos difíciles nuestra única esperanza es la Resurrección prometida por Dios en la Biblia. Paz a sus restos. I Corintios 15:50-57. Orly




Acróstico a Roberto Mojica



Roberto, amigo
Oyó tu canto el negro
Bemba grande, betún, barrancon
Esclavo soy, negro nací
Raza pura que viene de abajo
Tomé tu canto y cante liberta
Oí tu canto triste, pero libre


Música en tus movimientos escénicos con voz de trueno
Observe tu canto con mis ojos triste de libertad
Juma que el negro canta, canta que el negro juma
Interprete afro exquisito
Congo, gordos, sordos
A concha, pal pueblo te va a concha, a concha pal pueblo te va a concha…



De tus amigos de poesía y palo. MAESTRO



Roberto Mojica:
"Mojica Cimarrón, Mojica Sin Marrón"
La Resurrección: I Corintios 15:50-57.
Por Orlando Alcántara Fernández (Orly).
E-Mail: jc@orly1777.com
Internet: http://www.orly1.com

Te veo lúcido, armazón de barro,
Negro siempre negro, ébano eterno.
En la negritud Dios pensó en ti.
Te hizo cantor, hurgador, ratón de textos:
Rapsoda elegíaco, vate aédico sin musas.
Hoy quiero exaltar tus mismidades,
Desdeñando a la vez tus otredades.
Decir que rescataste mi Juego Resurrecto,
Mis libros en diskettes, mi safacón de locura;
Y que tu solidaria sonrisa me mira con ternura,
Y que tu mirada enfebrecida sonríe afablemente,
Descerrajando la aldaba de mi corazón inhiesto
Cuando cantas a Neruda en el Poema Quince,
O en "Llénate de Mí", o en mis propios versos.
Tú nunca te avergüenzas de Jesucristo;
Simplemente oyes, te acurrucas, nunca niegas,
Al revés de todos esos intelectuales de pacotilla
Que hacen del nihilismo y del agnosticismo
Un espacio escéptico para su mismo Infierno.
Mojica alado, Roberto Mojica, Mojica siempre;
Mojica canto, Mojica temblor, Mojica templo.
Mojica antaño, Mojica Roberto, Mojica estro.
¿Quién te trajo a mi lado si no Dios?
¿Te acuerdas de la presentación de Montilla?
¿Acaso la memoria no es tu genio?
Eres auténtico cuando sufres y declamas,
Cuando actúas o la cámara te atrapa.
¿Por qué no me insultas ni te ofendo?
¿Por qué no te insulto ni me ofendes?
Yo soy cetrino y tú eres negro:
Yo me ufano de la neutralidad
Y tú acentúas y afirmas tu negritud.
Dios te quiere límpido, puro en Cristo;
Poque aún en tus diatribas más enconadas
Tú no eres payaso que mendiga pan y circo.
"Acuérdate de abril, recuerda", Mojica...
Acuérdate de Incháustegui Cabral:
"Ellos no bajarán, se quedarán allá arriba,
con el corazón amarillento y enteco".
Tú no, Mojica, tú estás medio a medio.
No estás arriba porque eres "prieto".
No estás abajo porque eres negro.
No estás arriba porque no te vendes.
No estás abajo porque eres auténtico.
Tienes luz propia, aportas, das, eres útil.
Tu corazón no lo conozco, ni lo conoceré;
Pero conozco tu piel fervorosa en el talento;
Genial es tu acento, magistral tu estro,
Plasmado con acierto para la gloria de Cristo
En el histrionismo fidedigno de tus adentros.
¿Cómo arrebatarle a Dios una cadencia,
un gesto, un rictus, un riachuelo de tu voz?
Mojica, tú eres cien por ciento.
La Biblia es todo lo que Dios te pide.
Sólo la Biblia para un Mojica Intelecto.
En la paleografía de mis palimpsestos
Quiero arrellanarme con tu hermenéutica;
Porque confío en tus apreciaciones estéticas.
Mojica del alma, cántate este verso aguerrido.
Mojica amántico, declámate este poema tuyo,
Sin narcisismo, ni desdoblamiento, ni utopía;
Con candor y genuino aliento primigenio.
Declámate, cántate, Mojica de cáñamo,
Mojica aldaba, Mojica tambor, Mojica negro.
Cántate, negro puro, declámate, negro eterno,
Declámate a ti mismo, sin vergüenza cántate,
Negro pardo, negro oscuro, declámate a ti mismo.
Noche y otredad es tu piel macilenta, sin marrón.
Noche y sombra, cimarrón, territorio apache.
Cerebro y ratón, enciclopedia y biblioteca.
Olvídate del Infierno de los intelectuales ateos
Y dile al negro detrás de la oreja entera,
Describiéndole las delicias del Cielo:
"Vámono pa'llá, vámono pa'llá, vámono pa'llá".
Hoy te vi en el Hospital y me sentí tuyo.
¿Cómo puedes sonreír bajo sufrimiento?
¿Qué fuerza huracanada, Huracán Mojica,
Se cierne en tu armadura, armazón de barro,
Estatua negra, efigie incólume de fieltro,
Mojica arquitecto de utopías cumplidas y ciertas?
Dios es inescrutable y a la vez conocible,
Inexplicable y cercano cuando te miro,
Roberto Mojica, amigo sin jamás decirlo,
Solidario hasta más no poder, hasta la muerte.
Por eso hoy te pido, negro sin marrón,
Cimarrón negro, negro eterno, siempre negro,
En pleno tercer milenio, negro puro, eterno ébano:
¡Mojica, cántate, declámate a ti mismo,
Regocíjate ahora, tribútate este poema, cántate,
Cántate ahora mismo, condecórate tu mismo
En este poema de Orly, tu amigo en Jesucristo siempre!

I Juan 4:7-5:12; Filipenses 3:8-4:20; I Corintios 1:17-3:23