El caso George Floyd deja muy mal parado a Trump
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- Por: OPINIONSURSUR -
Artículo: El caso George Floyd deja muy mal parado a Trump
La rebelión que vive los Estados Unidos tras el asesinato del afroamericano, George Floyd, ha pasado desde las exigencias porque termine la discriminación racial, a la amenaza de que posiblemente el presidente Trump no podrá ser reelegido en noviembre.
Desde el primer día de la rebelión, tras ver el mundo las crudas imágenes de Floyd atropellado por un oficial blanco de la Policía en una calle de Minneapolis, Minnesota, un servicio periodístico no apta para menores, el presidente Trump no supo cómo manejarse.
Con las elecciones presidenciales y de senadores y diputados a menos de seis meses, la pandemia del COVID-19, que ha dejado 40 mil desempleados y el inesperado caso del asesinato de un afroamericano, la rebelión del país era lo menos necesario.
Cuando las manifestaciones se tornaron violentas, recordando la poblada de 1968 tras el asesinado en Memphis, Tennesee, del doctor Martin Luther King, líder de los derechos civiles, las turbas derribaron la semana pasada los gruesos cristales de grandes tiendas en NY.
El pillaje fue general y lo vieron en vivo en todo el mundo. Tomó de sorpresa a los dueños de las grandes tiendas de la Quinta Avenida y el centro de Manhattan, su parte más sofisticada, no acostumbrada a esa violencia, luego de la cual Trump apeló a la Guardia Nacional.
Los ex presidentes Jimmy Carter, Bill Clinton, George Bush y Barack Obama, cada cual a su manera, repudiaron la actuación del presidente y reconocieron que sigue vigente la política de discriminación abolida hace 200 años y pidieron reconciliación.
Trump manejó mal el crimen del afroamericano Floyd, como lo hizo con la pandemia, al minimizar los dos acontecimientos y poner cara a las grandes manifestaciones espontáneas que surgieron por todo el país, y no repudiar el asesinato mostrando cara dura.
Se dice en Washington, D.C., que el gobernante atendió el parecer beligerante de su yerno, Jared Kushner, casado con su hija favorita Ivanka, para que pusiera mano dura a la situación y de su aliado el senador supremacista blanco de Arkansas, Tom Cotton. Ambos repudian la Antifa (antifacismo) y el terrorismo.
Cuando al día siguiente del inicio de las manifestaciones en principio pacíficas, el presidente cruzó la acera de la avenida Pennsilvannia, donde se encuentra la Casa Blanca, para levantar la biblia frente a la iglesia episcopal St. John no fue en gesto de reconciliación.
Como todo durante las últimas dos semanas le ha salido mal, la obispa de la diócesis del Distrito de Columbia, reprendió al presidente por haber usado la acera del templo sin tener el permiso de pisar la llamada iglesia de los presidentes.
Quizás para aliviar el ánimo de los católicos que son la mayoría en la ciudad, se dirigió a una iglesia cercana donde reverenció la estatua de Juan Pablo Segundo. El arzobispo católico Wilton Gregory, figura muy conocida y a quien el papa Francisco consulta, lo repudió.
Con las elecciones tan cerca y las encuestas, antes del crimen de Floyd, dejando muy mal situado al presidente que busca la reelección, una avalancha de ciudadanos demócratas e independientes envió el fin de semana pasado 40 millones de dólares en ayuda al Partido Demócrata.
Al día siguiente del crimen contra Floyd, el alcalde demócrata de Minneápolis, Jacob Frey, salió a la calle para denunciarlo y garantizar que los cuatro oficiales que actuaron en el asesinato serían enjuiciados con la mayor severidad de la ley.
Lo mismo hizo el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, quien reclamó justicia para los cuatro asesinos de Floyd y salió a la calle para unirse a las manifestaciones. El rechazo al crimen fue general también en los editoriales de la prensa escrita.
La senadora de Minnesotta, Amy Globuchar, quien fuera aspirante a la candidatura demócrata cuando comenzó esa contienda interna dijo: "el incidente es otra instancia horrible y desgarradora de un hombre negro que muere violentamente".
Separando la violencia y los asaltos del fondo del tema racial y los abusos, algunas viejas tiendas como la botica C.O.Bigelow, (182 años), por cuyo frente en la Sexta Avenida pasaron muchedumbres rabiosas, emitió una nota a sus clientes lamentando la muerte de Floyd.
Uno de los santuarios seglares de la música del jazz, Blue Note, repudió el crimen y abrió una colecta para garantizar 1,000 dólares al mes a los músicos que han quedado sin trabajo por los efectos de la pandemia y los subsecuentes desórdenes en la ciudad.
La muerte violenta de Floyd asfixiado por en el cuello, mientras gritaba "no puedo respirar", "mamá, mamá", ya fallecida, causó rabia y estupor también en Londres, París y otras capitales europeas. En Addis Ababa, Etiopía, los que tomaban café al fresco se levantaron y siguieron a la multitud de etíopes protestante.
El ánimo descendió después de verse el daño que las turbas causaron en Minneápolis y New York, donde hubo muchos incendios, cuando se anunció que Derek Chauvin, el oficial que apretó con su rodilla el cuello de Floyd, así como sus tres compañeros de patrulla serían juzgados.
El Pentágono se aparta
El Pentágono, por voz del secretario de Defensa, Mark Esper, se distanció del presidente Trump al decir que no apoya el uso de la fuerza militar activa para enfrentar a larga escala las protestas como las escenificadas por la muerte del afroamericano Floyd.
Eso ocurrió el jueves mientras seguían manifestaciones pacíficas en todo el país y comenzaban los funerales de Floyd. Muchos norteamericanos de Nueva York y otras ciudades abrazaban a los soldados bien apertrechados en gesto de respeto.
Líderes militares con quien el presidente Trump tiene deudas, como el mayor retirado, Jim Mathis, salieron al frente a repudiarlo. Mathis dijo: "Donald Trump es el primer presidente en toda mi vida que no ha tratado de unir al pueblo norteamericano-y que ni si quiera pretende-. En su lugar él trata de dividirnos. Nosostros somos testigos de las consecuencias de tres años de tal deliberado esfuerzo".
Anteriormente el almirante retirado Mike Mullen, ex jefe del comando conjunto escribió en la revista Atlantic: "no puedo seguir en silencio", en el cual rechaza el uso de los militares para propósitos políticos como lo ocurrido tras el crimen de Floyd.
Trump tiene problemas por todas partes. Una encuesta de ABC-News/Ipsos publicada ayer dijo que solo el 32% de los norteamericanos aprueba la manera en que el presidente manejó los hechos de la semana pasada, mientras 74% admiten el mal trato de la policía hacia los negros.
El presidente está en conflicto con la cúpula del Partido Republicano por la celebración en agosto en Charlotte, Carolina del Norte, de la convención que lo ratificaría como candidato a la reelección, ya que se niega a cumplir los protocolos por la pandemia del COVID-19. Al presidente le cayó como agua fresca la estadística de que el desempleo cayó solo un 13.3% en mayo.
El probable candidato presidencial del Partido Demócrata y ex vicepresidente Joe Biden, quien ganó el martes los votos necesarios para su nominación presidencial, está ahora en la tarea de escoger a una mujer, como lo prometió, dentro de una docena de líderes femeninas con bastante arraigo como compañera de boleta.