Las encuestas son una útil herramienta que las cien­cias sociales han ido refinando para indagar con cierta preci­sión cuáles son los esta­dos de opinión de la ciu­dadanía en general y de determinados grupos so­ciales según muestras re­presentativas escogidas al azar y preguntas tipifi­cadas y bien precisas, cu­yos resultados luego se procesan estadísticamen­te. Toda encuesta nos di­ce el estado de opinión del momento en que se hacen las preguntas, no del momento en que se publican.

El Partido de la Libera­ción Dominicana (PLD) ha realizado de tiempo en tiempo sondeos para me­dir distintos asuntos socia­les y políticos cuya deter­minación ayuda a tomar correcta y fundadamen­te las decisiones políticas necesarias para cumplir nuestra misión esencial de servir al pueblo.

En mi caso, desde el año 2012 he ido hacien­do del conocimiento pú­blico los resultados de esas encuestas que reali­zábamos. Seguí hacién­dolo en las elecciones del 2016, así como en las pri­marias del 2019. Hasta febrero de este año, los resultados mostraban al PLD como seguro gana­dor de las elecciones mu­nicipales del 2020.

Lamentablemente, ese proceso electoral no se produjo en su fecha pre­vista. Su suspensión y aplazamiento perjudicó únicamente al PLD, pues sectores de la oposición y algunos otros desataron una injusta campaña con­tra nuestra organización política, acusándonos de responsabilidad por esa posposición de los comicios municipales.

Las investigaciones de Organización de Estados Americanos (OEA) certifi­caron que esas acusaciones eran totalmente infunda­das. Sin embargo, tantos in­fundios lograron el objetivo de perjudicar al PLD, que de ser el partido con más sim­patía pasó al segundo lugar, cuatro puntos porcentuales por debajo. Repito, fuimos los únicos perjudicados por esos sucesos.

Aunque el resultado final fue casi un empate en las municipales, la oposición, que no había obtenido un resultado tan positivo en los procesos recientes, gene­ró una percepción de victo­ria que le sumó más apoyo en las posteriores encuestas políticas o partidistas.

Dedicación

Sin embargo, la situación se ha revertido. En los últi­mos meses, el PLD ha dado lo mejor de sí. La dedicación de nuestro presidente Dani­lo Medina ha sido un ejem­plo para todos. Hemos visto un Gobierno que sabe lo que hace, que responde, volca­do en llevar soluciones, ayu­dando sin descanso.

Nuestro país ha sido ca­paz de hacer frente a una crisis de salud, económica y social que ha puesto en ja­que incluso a países con re­cursos considerablemente mayores que el nuestro. El pueblo, siempre percepti­vo y sabio, sabe que eso no es magia: es el resultado de una excelente gestión, con un presidente, un candida­to, funcionarios y cientos de miles de dominicanos com­prometidos con estar cerca de la gente en un momento de desgracia sanitaria y eco­nómica universal.

Este accionar incesante y solidario, demostró que el PLD sigue siendo lo que siempre ha sido. Somos el único partido capaz de guiar este país de forma eficiente, al servicio de to­das las personas que sen­timos la dominicanidad en tuétano y alma. Hemos demostrado haciendo, no hablando, por qué somos los únicos capaces de dar respuesta ante un reto sin precedentes como la pan­demia del coronavirus.

Mientras partido y go­bierno hemos estado em­peñados en responder ante esta enorme crisis, nuestro candidato Gonzalo Castillo mostró su liderazgo y capa­cidad gerencial, así como su sincera solidaridad, para llevar ayuda a la gente. Es­to, por la reacción extrema­damente favorable del pue­blo, no dejó otra alternativa a los candidatos de oposi­ción que salir de su zona de confort y seguirle los pasos. La imitación es uno de los elogios más innegables.

Gonzalo ha dado fe de su capacidad de actuar. Ha demostrado, también, una sincera e inimitable calidad humana. Su entrega es ad­mirable y sin maquillaje. Trajo dominicanos del ex­tranjero, trajo insumos mé­dicos, distribuyó alimentos, agua y gas donde fue nece­sario. El pueblo está viendo, en él, al próximo presidente que necesita el país en este grave momento.

Otro acierto, de nuestro candidato, fue elegir a Mar­garita Cedeño de Fernán­dez como su compañera de boleta. La misma vicepresi­denta que ha logrado que más de un millón quinien­tos setenta mil (1,570,000) hogares estén beneficiados por el plan Quédate en Ca­sa, es sin duda la candidata ideal, la más preparada en­tre todas las candidatas vi­cepresidenciales.

Gonzalo ha merecido el apoyo e identificación del pueblo, sencillamente ha­blando sus verdades con pocas palabras y muchas acciones, sin dedicar ni un minuto necesario para el trabajo, a otra cosa que ha­cer el bien, sin ocuparse de denostar ni demeritar a sus adversarios.

Por todo esto, el sabio y generoso pueblo ha sentido y decidido devolver el cari­ño que siempre tuvo por el PLD, el partido que más ha hecho por todos los domi­nicanos en los últimos años. Por eso, hoy puedo decirles que “la pava ya no pone don­de puso durante algunos me­ses”. La simpatía ha regresa­do a la casa del PLD y todos estamos felices de saber que, ante los peligros de la pande­mia y sus consecuencias eco­nómicas, no habrá que temer a su agravamiento cuando el 16 de agosto comience el nuevo gobierno. Con Gonza­lo como presidente, ese peli­gro se aleja.