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Perdieron sus vidas salvando las de otros

Opinionsur.net,

  • Perdieron sus vidas salvando las de otros
     Los médicos están en la primera línea de la batalla contra el virus. /EFE 
  • Perdieron sus vidas salvando las de otroscoralorbe@listindiario.com
Santo Domingo, RD
 En la batalla contra el co­ronavirus los guerreros tienen nombres y rostros. Están en primera línea sin importar lo que ven­ga. Son hijos, padres, ma­dres, conocidos y queri­dos en sus comunidades, maestros de maestros en el campo de la medici­na. Trabajan con las con­diciones que tienen para salvar vidas, y se expo­nen, al punto de pagar con la suya.
República Dominica­na registraba hasta ayer 74,295 casos confirma­dos de COVID-19; de ellos 260 médicos han sido afectados, según el registro del boletín epi­demiológico de Salud Pú­blica; las muertes en ge­neral rondan las 1,213 de las que 18 doctores, de acuerdo a lo documenta­do por la periodista Edith Febles, han perdido la ba­talla luchando en prime­ra línea contra el letal vi­rus.
Desde el mes de mar­zo, tiempo en que el país empezó a contar los pri­meros casos de coronavi­rus, se registran muertes de médicos, siendo junio y julio los más letales pa­ra los profesionales que tienen seis meses en esa titánica lucha contra la pandemia.
En esta publicación Lis­tín Diario quiere honrar a los doctores que han sido víctimas: Mayra, Isaías, Rafael, Gustavo, Eduar­do, Emma, José, Jesús, Yi­net, Armando, Luis José, César, Mirnalys, Francisco, Celeste, Miriam, Miguel y Cristóbal, son algunos nombres de la recopilación de los rostros de la medici­na que ya no están.
Muertes desde marzo
En diciembre de 2019, cuando se conoció el coro­navirus en China, la enfer­medad era algo con lo que muchos dominicanos no pesaron que iban a lidiar hasta el punto de cambiar la mayoría de sus hábitos y estilos de vida.
En marzo, cuando se dio a conocer el primer caso, las alarmas se dispararon. Hoy, seis meses después, el COVID-19 sigue tocando las puertas sin distinción de personas. Y es el per­sonal médico que está en primera línea el que se en­coge cuando su gremio es afectado directamente ca­da vez que muere uno de ellos.
La periodista del programa “La cosa como es”, Edith Febles, ha hecho una reco­pilación de los rostros de la medicina que ya no están.
Los mártires
A finales de marzo murió Mayra Suro, nutrióloga de Santiago, a las dos sema­nas de haber sido diagnos­ticada con la enfermedad. La especialista dio positi­vo al virus luego de reali­zar un viaje por el crucero Costa Favolosa, por moti­vo del 30 aniversario de su promoción de la universi­dad.
El primero de abril falleció Isaías Santanta, médico y político de Espaillat. Era dirigente de la Fuerza del Pueblo.
El cuatro de abril murió Rafael Reyes Lantigua, odontólogo de San Fran­cisco de Macorís.
El 16 de abril perdió la ba­talla contra el virus Gusta­vo Santos, cirujano de Sal­cedo, dueño de una clínica junto a su esposa, quien murió un tiempo después por la misma enfermedad.
El seis de mayo falleció Eduardo Martínez, médico de Santiago.
El 20 de junio murió Em­ma Barba, cirujana de Sal­cedo (provincia Hermanas Mirabal), su fallecimiento se produjo meses después de la de su esposo, el tam­bién doctor Santos.
José Manuel Rodríguez, médico de Dajabón y pro­pietario de una clínica, fa­lleció el 25 de junio.
El primero de julio falleció el gineco-obstetra de San Cristóbal Jesús Fulgencio.
A los 33 años de edad, mu­rió el 15 de julio la médico general de Santiago, Yinet Pérez Lora.
Otras víctimas
El 24 de julio perdió la vi­da el doctor Armando Cue­vas, médico pediatra de Moca.
Al día siguiente, 25 de ju­lio, perdió la batalla Luis José Castillo, director del Centro Materno Infantil de Santiago. Era un reco­nocido internista y endo­crinólogo.
Tres días después, 28 de julio, el gremio de medici­na se vistió nueva vez de luto con la muerte del or­topeda de Santiago, César Jiménez Brea.
El 31 de julio murió Mir­nalys Wilkes Ogando, mé­dico general de Santiago, nativa de San Pedro de Macorís.
El primero de agosto, San Francisco de Macorís lloró la muerte de su que­rida doctora Miriam Pa­redes, quien era directora del hospital doctor Federi­co Lavandier.
En este centro de salud se empezaron a atender a pacientes no COVID para descongestionar el San Vi­cente de Paúl, hospital que ha vivido momentos críti­cos por los casos confirma­dos en la provincia Duarte (nordeste del país).
Han muerto también los doctores Francisco de Je­sús y Celeste Brito.
El tres de agosto falle­ció el doctor Miguel Ángel Castro, médico sonografis­ta de La Romana.
Este cuatro de agosto le tocó a Nagua llorar al doc­tor Cristóbal Cuello Nieto.
De acuerdo a los reportes recibidos por Edith Febles, el médico era el director del Centro Regional contra la Diabetes de Nagua. Fue considerado un filántropo y héroe social.
 AGOTAMIENTO
Físico.
Desde que la pandemia comenzó a causar estra­gos en el país, se ha es­tado advirtiendo sobre el agotamiento físico en profesionales de la salud que brindan asistencia a los pacientes COVID.
Emocional.
Profesionales de la con­ducta también señalan el impacto emocional en el personal de salud de­bido al alto número de casos que asisten y por los pacientes que han visto fallecer, lo que po­dría terminar afectando su salud mental.

- Por: OPINIONSURSUR - Artículo: Perdieron sus vidas salvando las de otros
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