EE.UU, guerra de dominio territorial y racial
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- Por: OPINIONSURSUR -
Artículo: EE.UU, guerra de dominio territorial y racial
Echar un vistazo retrospectivo a la historia de Estados Unidos desde sus orígenes antes de ser estado-nación nos obliga a abrevar en las caudalosas aguas del río Misisipi, eje longitudinal de 3 mil 770 kilómetros, que surca por el centro en dirección sur impactando diez estados, 70 millones de personas de manera directa, y que junto al Misuri forman uno de los más extensos sistemas fluviales del mundo con más de 6 mil 275 kilómetros.
El histórico río Misisipi nace en el lago Istaca en Minesota, estado del que surgieron hace unas semanas los conflictos sociales que mayor repercusión callejera han desatado en las últimas décadas tras el asesinato del afroamericano George Floyd en Mineápolis, y donde se presume una atmósfera de carga racial, quizá por el predominio de la población blanca (64 %) en contraste con el resto de las razas que habitan ese territorio.
Como factor esencial que es la geografía, que influye en los sucesos históricos de los pueblos, el Misisipi y sus afluentes junto al Misuri y los océanos Atlántico y Pacífico constituyen los puntales del desarrollo que ha experimentado Estados Unidos desde su nacimiento hasta la fecha.
Justificado taxativamente luego en la Declaración de Independencia de 1776, un grupo de intrépidos tuvo la visión de que el territorio que conformaba la incipiente nación, resultaba insuficiente si no contaba con salida al Pacífico, de manera que se propuso atravesar los montes Apalaches hasta llegar al río Misisipi y de ahí trazar los planes para conquistar las regiones costeras del Pacífico, en poder de la corona española.
Aunque la floreciente nación contaba con territorios que proporcionaban excelentes fuentes acuíferas como los río Misisipi, Misuri Ohio y un
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puñado de ríos cortos, así como con una gran llanura que desemboca en los montes Apalaches, no contaba, sin embargo, con el dominio de los territorios al sur donde precisamente desemboca el Misisipi, esto es en la costa del Golfo de México, New Orleans, en posesión entonces de los franceses.
Antes de que se avanzara con el dominio de la costa pacífica, el propio Thomas Jefferson se había expresado amargamente por no tener el control de los territorios que dan acceso al Golfo de México.
Jefferson, de los padres fundadores y tercer presiente de Estados Unidos, dijo que “existe un único lugar en el globo cuyo dueño es nuestro enemigo natural y recurrente. Es New Orleans”. Veintisiete años después, en 1803, Norteamérica compró a Francia por 15 millones de dólares todos esos territorios, desde el golfo subiendo en dirección noroeste , sumado el nacimiento de los afluentes del Misisipi hasta las montañas Rocosas.
“Era un área equivalente a la suma de lo que hoy representaría España, Italia, Reino Unido y Alemania. Incluía la cuenca del Misisipi, punto de origen de la ruta de Estados Unidos a la grandeza”.
De esa manera lo describe Tim Marshall, un periodista británico especialista en política exterior, en su libro “Prisioneros de la geografía”.
Con la compra a los franceses, los norteamericanos no solo doblaban el territorio que tenían, sino que se apropiaron del control de la mayor ruta de transporte marítimo interno hasta entonces.
En camino a convertirse en el país que es hoy, Estados Unidos consiguió, a sangre y fuego, que los ingleses abandonaran las colonias, lo que hicieron en 1814, compraron a los franceses los territorios ubicados en el suroeste y solo quedó en la mira la denominada Nueva España, que controlaba las regiones del Pacífico.
Con la firma del Tratado Transcontinental en 1819 con España, Estados Unidos logró entrar en posesión de zonas a las que nunca imaginó tener, ubicadas en la frontera de lo que hoy es Oregón con California, mientras España retenía lo que quedaba por debajo del paralelo 42 al oeste del territorio norteamericano. En lo adelante, la gran potencia que se erigía en el continente americano tendría nada más una piedra en el zapato: los territorios mexicanos.
La potencia naciente lo resolvió arrancando posesiones a los mexicanos y empujando con la repoblación de estadounidenses en toda esa parte hasta el norte de California y al sur de lo que es hoy Texas (1835-1836, guerra de independencia), que hacía frontera con Luisiana.
La compra de Alaska con un adelanto de 7,2 millones de dólares a los rusos en 1867, selló los límites de lo que geográficamente comprende el mapa de Estados Unidos. Aunque se pensó que lo de Alaska fue una compra sin sentido, se demostró que no porque luego se descubrieron las grandes reservas petroleras en esa zona. Todo este movimiento geopolítico dio una reputación dentro y fuera que permitió al país ir fortaleciendo su política exterior de expansión.
Como hacía falta mano de obra, desde el año 1525 hasta poco más de la mitad del siglo XlX fueron llevados a Estados Unidos 450 mil esclavos africanos. El incremento de la esclavitud en los territorios arrancados a Inglaterra, Francia y España creó la necesidad de legislar para evitar el mestizaje, se prohibió el matrimonio interracial y se llevaron a cabo castraciones y linchamientos para evitar el contacto sexual entre negros y blancos.
Aunque también se daba con los amerindios, la discriminación racial con los negros exportados de Africa fue proverbial. El potencial económico alcanzado por Estados Unidos no solo se debió a la riqueza de sus territorios (carbón, hierro, oro, petróleo, madera y productos agrícolas), sino a su explotación y la de los esclavos negros.
La expansión del territorio hacia el suroeste, el noreste y el norte provocó grandes oleadas migratorias, sobre todo de Europa, atraídas por el crecimiento económico inusitado debido a las oportunidades de tierra y mano de obra. Los barcos a vapor y posteriormente el ferrocarril en 1815, dieron un mayor dinamismo al comercio y la industria.
Ese desarrollo económico, turístico y de todo tipo experimentado a partir del basto dominio territorial, obligó a la creación de un sistema de navegación del río Misisipi que ha mejorado con el curso de los años, cuya operatividad está bajo responsabilidad del cuerpo de ingenieros de la Armada de Estados Unidos, quienes dan mantenimiento a las esclusas, dragan los canales y operan botes remolcadores para facilitar la navegación de los barcos, que a principios del siglo XVlll funcionaban a vapor.
Cuando en 1861 Estados Unidos entró en pleito por los territorios del lejano oeste contra tribus locales, ya el presidente Abraham Lincoln declaraba la guerra a la Confederación de los estados del sur. Con más de un millón de víctimas, el norte se impuso al sur con lo que triunfó también el capitalismo industrial basado en la libre competencia y se abolió la esclavitud.
Aunque con el triunfo de los estados de la Unión se abolió la esclavitud, la sociedad norteamericana no ha podido borrar los vestigios de la discriminación y la segregación, que se manifiestan abierta o solapadamente contra los afroamericanos, pero también contra latinos y de otras razas, a pesar de que la Constitución lo persigue y castiga.
El dinero, las armas y la visión de los padres fundadores hicieron posible la potencia que es hoy Estados Unidos de Norteamérica, con grandes virtudes en el orden institucional, pero con falencias que se anclan en su pasado racial.